lunes, 3 de marzo de 2014

EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO Y LA SOSTENIBILIDAD DEL PLANETA

El crecimiento demográfico

La pregunta acerca de cómo las poblaciones afectan el ambiente que las rodea parte del concepto de crecimiento demográfico, el cual se refiere al aumento progresivo de personas que ocupan un territorio en determinado momento. No todas las poblaciones del planeta crecen en igual medida: mientras que en varias naciones de Europa comienza a reflejarse un decrecimiento de la población, como producto de la disminución de la natalidad en sus habitantes, en otras regiones como Asia y África, continúan con una elevadísima tasa de natalidad, lo que ha provocado mayores dificultades para el sostenimiento de las comunidades, un incremento progresivo en el deterioro ambiental y en los conflictos sociales.

Características

Para analizar la situación y los movimientos del crecimiento demográfico se ha diseñado un modelo conocido como Transición demográfica, en el cual se refleja comparativamente el comportamiento de la natalidad y la mortalidad de las poblaciones a través del tiempo. Veamos las características de sus tres fases:

Primera fase. Esta fase se caracteriza por presentar un crecimiento acelerado de la población conocido como explosión demográfica, producto del aumento o sostenimiento de alta natalidad y el descenso de la mortalidad. En esta situación se encuentra buena parte de los países del continente africano y asiático, en donde el acceso a la medicina y mejores condiciones de salubridad han contribuido a disminuir la mortalidad; asimismo, allí culturalmente acostumbran tener un alto número de hijos.

Segunda fase. Esta fase se caracteriza por una estabilización del crecimiento demográfico, es decir, ni aumenta ni disminuye la población, dado que baja la natalidad y continúa descendiendo la mortalidad, lo cual se explica por los cambios de las expectativas de las familias e inclusive como resultado de las políticas demográficas adoptadas por algunos países, como sucede en las naciones de Norteamérica.

Tercera fase. Se refiere a la etapa en la cual se produce una disminución natural del crecimiento de la población o decrecimiento, por efecto de la disminución de la natalidad con respecto a la mortalidad. Varias razones explican esta fase, entre ellas: los cambios en las expectativas de la población en un futuro mejor, el encarecimiento de los costos de vida y los nuevos roles que cumplen las mujeres.

El estudio de la población

Las fuentes demográficas. En la actualidad se usan instrumentos como los censos que permiten establecer el conteo y características demográficas de una región determinada. Además, se cuenta con las estadísticas vitales que registran los nacimientos y defunciones de una región y los registros migratorios que señalan la entrada y salida de la población.

Ciencias que estudian la población. La demografía es una ciencia que tiene como objeto el estudio de las características y dinámicas de las poblaciones a través de variables como la natalidad, mortalidad y ocupación, entre otras. Asimismo, la geografía de la población analiza la distribución de la población en un territorio y los efectos derivados de dicha ocupación.

Procesos demográficos

Diversos procesos en la historia de la humanidad han contribuido al crecimiento o decrecimiento de la población humana, veamos algunos de ellos.

Origen de la expansión de la especie humana

Los rastros más antiguos de la especie humana se remontan a más de 5 millones de años. A partir de allí comenzó un proceso evolutivo que permitió, hace unos 100 mil años en África, la consolidación de los humanos como una de las especies más prósperas del planeta. En ese entonces, la población humana vivía poco tiempo.

La revolución agrícola

Desde hace unos 8.000 arios a.C., el ser humano comenzó a domesticar animales, de los cuales aprendió a obtener carnes, pieles y otros subproductos. El desarrollo de la agricultura, de otra parte, consolidó el proceso al generar excedentes alimentarios que fomentaron el sedentarismo. Esto ayudó a aumentar la natalidad y disminuir la mortalidad. En ese tiempo, la especie humana contaba con una población mundial aproximada de 5 millones de individuos, y varios miles de arios después, hacia 1750 d.C., la población se calculaba en alrededor de 750 millones de habitantes.

La industrialización

A mediados del siglo XVIII se dio comienzo al fenómeno conocido como la Revolución industrial. De igual modo, el mejoramiento progresivo de la medicina y los avances en la higiene favorecieron el aumento de la población. Tan solo en Europa, cuna de la industrialización, entre 1815 y 1870, la población pasó de 190 millones a 300 millones, lo que dio origen a una fuerte presión demográfica y a que muchas familias se vieran obligadas a migrar a otros continentes.

La urbanización acelerada

Las características de la Revolución industrial dieron origen a la ciudad moderna. Con ella aumentaron las migraciones del campo a la ciudad lo que propició un crecimiento general de la población.

Hacia 1900 el mundo occidental contaba con tan solo 13 ciudades que tenían más de un millón de habitantes. Un siglo después, en el año 2000, la cifra de ciudades con estas características llegaba a 388, y se espera que en el 2015 sean una 500 las ciudades con más de un millón de habitantes. De estas, alrededor de 20 son consideradas megaciudades con más de 10 millones de personas.

Las migraciones

Las enormes diferencias de progreso, calidad de vida, conflictos internos e infraestructura entre los países, han dado lugar a que millones de personas migren anualmente a donde consideran que sus expectativas de vida se podrán llevar a cabo de un modo más satisfactorio. Lo anterior ha hecho que alrededor de 200 millones de personas vivan fuera de su país de origen. Esto ha dado lugar a que en los países receptores se presente un proceso de crecimiento positivo de su población y, en consecuencia, en algunas de las naciones expulsoras, se dé un decrecimiento de su población.

Indicadores demográficos

La distribución de la población humana en el planeta

Actualmente, la población humana ocupa casi todos los rincones de la Tierra, sin embargo, su distribución no es equitativa; más de la mitad de la población del planeta se concentra en regiones de varios países del oriente y sudeste asiático, asimismo, existen aún regiones con una muy baja cantidad de población, tal es el caso de la región del África sahariana y la gran cuenca amazónica en Suramérica.

Este tipo de distribución se debe a factores físicos o antrópicos, es decir, causados por el ser humano, que contribuyen o limitan el poblamiento de una región. Entre ellos tenemos: la disposición de recursos naturales, las condiciones climáticas o de relieve, la tradición histórica de los lugares, la ubicación estratégica de regiones como franjas costeras. Todas las anteriores razones contribuyen a explicar el porqué una región presenta mayor o menor cantidad de personas.

¿Cómo medir la densidad demográfica?

La densidad demográfica se refiere a la cantidad de personas que ocupan un lugar determinado. De esta forma, es la relación entre población y la superficie ocupada. Veamos el caso de Canadá, el segundo país más grande del planeta.

Densidad demográfica = Población total / superficie del país o región en km2.

Densidad demográfica de Canadá = 33.311.389 habitantes / 9.984.670 km2.

Densidad demográfica de Canadá = 3.3 habitantes por km2.

Las regiones con mayor densidad demográfica se encuentran en Asia oriental y meridional, Europa central, noreste de Norteamérica y el suroeste australiano. Al contrario, existen regiones casi vacías como las dos regiones polares, las áreas desérticas, las regiones selváticas y la alta montaña que restringe el poblamiento.

Crecimiento de la población

Como hemos venido estudiando, una población humana puede crecer positivamente, mantenerse estable o decrecer. Para estudiar este comportamiento es necesario conocer la natalidad y la mortalidad registradas, así como la dinámica que presentan las migraciones en el territorio analizado.

Una población puede presentar un resultado positivo cuando el número de nacimientos en ella es superior a las defunciones registradas, asimismo, cuando ingresan a su territorio un mayor número de personas que las que salen. Un decrecimiento, puede generarse cuando se presentan dinámicas inversas, es decir, un mayor número de defunciones frente a los nacimientos y un alto porcentaje de personas que abandonan el lugar o la región estudiada.

Variables del crecimiento demográfico

Para conocer el crecimiento de la población se estudian variables como la natalidad, la mortalidad, los movimientos migratorios, la fecundidad, la esperanza de vida, entre otros. Existe, además, una medida estadística conocida como la tasa demográfica, la cual permite relacionar dos de esas variables, como por ejemplo, la natalidad y la población. De la misma forma, podemos señalar tres tipos de tasas:

La tasa bruta. Indica el número de nacidos vivos en promedio por cada mil habitantes, en un año determinado.

La tasa específica. Se aplica a un determinado sector de la población, por ejemplo, si se tienen en cuenta los nacimientos de acuerdo con la edad de la madre.

La tasa neta. Se usa cuando se realizan balances entre cantidades que se correlacionan permitiendo conocer, por ejemplo, el contraste entre nacimientos y defunciones, de inmigrantes y emigrantes, etc.

Una tasa se considera alta si está por encima de 30%, modera entre 15% y menos de 30% y baja si está por debajo del 15%.

Variables para analizar la población

Son dos variables: la natalidad y la mortalidad.

La natalidad. Hace referencia al número de nacidos vivos en un tiempo determinados. Históricamente, esta variable ha venido cambiando en países como Colombia, donde hasta hace tres o cuatro décadas mantenía una tasa de natalidad muy alta. Por ejemplo, familias de la  antioqueña o cundiboyacense llegaban a tener un promedio de 15 hijos.

Varias razones han llevado a la disminución de esta tasa, entre ellas la educación en la planificación familiar y los cambios en las expectativas de la mujer. También se presentan diferencias significativas en el crecimiento de la población, según el nivel de desarrollo político, económico y cultural de los pueblos. A modo de ejemplo, mientras buena los países africanos continúan presentando una muy alta natalidad, los países europeos y potencias demográficas como China, se presentan, tasas de natalidad bajas.

La mortalidad. Se refiere a las defunciones o muertes de personas ocurridas en un espacio y tiempo determinados. Para hallar estos datos realizamos un procedimiento semejante al utilizado para determinar la tasa bruta de natalidad. Este indicador ha venido disminuyendo a través del tiempo gracias a los avances científicos y tecnológicos que han permitido mejorar la calidad de vida y prolongar la existencia de las personas.

Dentro de esta variable existe un indicador importante para comparar el desarrollo y la calidad de vida de los países y regiones, se trata de la tasa específica de mortalidad infantil, la cual indica el número de defunciones de niños menores de cinco años. En la actualidad, continúan las grandes diferencias entre las naciones llamadas desarrolladas y las que están en vías de desarrollo: mientras que en Bután, África, en el año 2002, morían 94 niños por cada 1.000 menores de cinco, en Australia la tasa de mortalidad infantil era de seis niños por cada mil.

Otras variables del crecimiento demográfico

En el crecimiento de la población también es de suma importancia el comportamiento de los movimientos migratorios de la población. Veamos cada una de las variables de este aspecto.

La emigración. Se refiere a la cantidad de personas que salen de un país a otro o de una región a otra. La tasa bruta de emigración se calcula tomando el número total de emigrantes en un lapso de tiempo determinado y dividiéndolo entre el total de la población multiplicado por 1.000.

La inmigración. Se refiere al hecho de establecerse en un país o región, por parte de grupo de personas procedentes de otro. La tasa bruta de inmigración se establece teniendo en cuenta el número de individuos que inmigran. Se calcula teniendo en cuenta el número de inmigrantes por cada 1.000 habitantes durante un período de un año, en un área determinada.
El crecimiento migratorio. Para conocer el crecimiento migratorio o tasa neta migratoria, se toma el resultado de la tasa bruta de inmigración y se resta de la tasa bruta de emigración. Si el resultado es positivo, indica que son más las personas que ingresan al país o municipio que las que salen.

Otras variables de interés

La tasa de fertilidad. Alude al promedio de hijos por madre, y cuando es menor de dos, la población disminuye.

La tasa de fecundidad. Se refiere a la relación entre el número de nacimientos y el número de mujeres en edad de procrear por cada mil habitantes. Tasa de fecundidad: (Nacimientos/Número de mujeres entre 15 y 49 años) X 1.000.

Esperanza de vida. Se refiere al número de años que puede llegar a vivir en promedio una persona en un lugar determinado. Para poder determinar el nivel de esperanza de vida, es necesario dividir todos los años vividos de toda la población de un país o región por el número de los niños nacidos en un año.

La estructura y composición de la población por edad y sexo. A través de esta variable conocemos la cantidad de personas que hay en cada rango de edad y su distribución por sexo. Se puede representar a través de las pirámides poblacionales. Una pirámide poblacional progresiva refleja una alta proporción de niños y adolescentes frente a la población adulta.

El crecimiento total de la población. Se obtiene con base en los resultados del balance del crecimiento natural, es decir, las tasas de nacimientos menos las defunciones y el resultado del saldo migratorio.

Panorama de la demografía colombiana

Colombia, en el año 2005, realizó su más reciente censo con el cual se indagó en gran medida por las características demográficas de nuestro país. Veamos entonces el comportamiento de varios indicadores de la población.

La densidad demográfica colombiana

Para 1900 nuestro país contaba con cerca de 4 habitantes por km2, actualmente la cifra es de 39 habitantes por km2. A nivel regional, las áreas metropolitanas concentran altas densidades demográficas, la mayor de ellas en la sabana de Bogotá, además de Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta, Manizales y Pereira.

Por otra parte, vastas regiones de los Llanos orientales y del Amazonas continúan mostrando una muy baja densidad demográfica, sin embargo, comunidades como colonos y empresarios del agro realizan un cambio de coberturas selváticas por sistemas productivos altamente destructivos como el ganado y la expansión de la frontera agrícola, la proliferación de cultivos de uso ilícito como la coca y empresariales, como la palma africana.

La distribución de la población

En el año 1900, Colombia inició el siglo XX con una población superior a los 4.000.000 de habitantes. Para mediados de este siglo llegaba a los 11.548.172 habitantes, con un 65% de ellos habitando en el campo. Actualmente cuenta con 44.794.990, de los cuales cerca de un 76% habita en espacios urbanos. Es decir, en menos de un siglo invertimos nuestra distribución de la población: pasamos de ser un país rural a ser una nación casi urbana.

La distribución por edad. En términos de la distribución de la población por edad y sexo encontramos que Colombia presenta una distribución de tipo progresivo, es decir, con una alta población de jóvenes respecto a la de adultos; en el 2005 el 40% del total nacional eran menores de 20 años, de ellos el 10% corresponden a menores de cinco años, mientras que el 2,2% del total nacional correspondía a adultos mayores, con más de 65 años, situación que implica una atención especial por parte del Estado en programas educativos, de salud y de prevención que se dirijan a proteger y proyectar la población joven colombiana.

Uno de los factores que ha influido en el crecimiento de la población colombiana durante el siglo XX, es el mejoramiento de las condiciones de salud de la población.

La distribución por sexo. En Colombia hay una mayor cantidad de mujeres en comparación con los hombres. Del total nacional registrado en el último censo de 2005, un 51% de la población es femenina. Esta situación se incrementa especialmente en áreas metropolitanas como Bogotá, en donde las mujeres migran a la ciudad en mayor proporción que los varones, al contrario en regiones de frontera como los Llanos orientales y la Amazonía en donde predomina la población migrante masculina.

Variables demográficas en Colombia

Los cambios en la fertilidad. La fecundidad es una de las variables más significativas para estudiar el crecimiento natural de una población. Para nuestro país el promedio de hijos nacidos vivos es de 1,8 el cual ha ido disminuyendo con el paso de los años dado que, para la década de los sesenta, el promedio era de 7 hijos por mujer. Sin embargo, en la actualidad hay más mujeres menores de 25 años con hijos que a mediados de los ochenta. La disminución de la fertilidad puede explicarse a través de razones como el aumento de la escolaridad y el acceso a mayor información, además, el incremento en el costo de la vida ha llevado a disminuir el número de hijos por familia.

Las fases demográficas en Colombia. Nuestro país presentó, desde 1930 hasta la década de los setenta, un crecimiento acelerado de su población, presentándose el fenómeno conocido como explosión demográfica. Desde los ochenta hasta el presente, comenzó la segunda fase, caracterizada por un descenso de las tasas de natalidad y mortalidad.

La esperanza de vida. Los colombianos continúan presentando una mejor esperanza de vida si comparamos los datos que se registraban a principios del siglo XX, los cuales indicaban que el colombiano promedio vivía unos 37 años de edad, mientras que en la actualidad la cifra supera los 71, siendo un poco superior en la población femenina.

La dinámica migratoria. En Colombia continúa presentándose un alto movimiento de la población. A nivel regional, tanto las áreas metropolitanas como capitales y ciudades importantes atraen un gran número de migrantes lo que acentúa las migraciones campo-ciudad. De esta manera mientras algunas regiones ganan en población, otras continúan con despoblamiento, especialmente los sectores rurales de cientos de municipios que anualmente ven disminuir su población. En algunas regiones producto de la confrontación armada o de los proyectos empresariales del agro se produce el desplazamiento de la población y con ello la desnacionalización de estas regiones, es decir, ven perder a sus pobladores nativos y con ellos su cultura. De acuerdo con los resultados del último censo realizado en Colombia, 9.866.733 personas cambiaron de residencia en los últimos cinco años. De estas un 47% aludió razones familiares como motivo de su desplazamiento; un 16% lo hicieron por las pocas oportunidades de trabajo, un 4% se desplazaron por amenazas contra su vida; un 4,4% por necesidades educativas; un 3% por razones de salud y un 2% por presentar alto riesgo a desastres naturales.

El panorama demográfico actual

El crecimiento natural de la población colombiana en las últimas décadas ha sufrido un gran descenso respecto a las cifras existentes a mediados del siglo XX. Mientras que la fertilidad, la natalidad y la mortalidad presentaban cifras muy altas, actualmente se ha reducido considerablemente en los promedios nacionales. Sin embargo, la presencia estatal en términos de cobertura plena de salud, educación, métodos de planificación y una nutrición balanceada sumados al incremento de la pobreza, inciden en que sectores de la población y, especialmente, en departamentos y municipios marginados las tasas del crecimiento natural sigan siendo altas.

Estadísticas demográficas

Migraciones de carácter internacional

Colombia presenta una tasa neta migratoria negativa frente a las migraciones in­ternacionales. Cientos de colombianos continúan abandonando el país en busca de destinos más promisorios para sus vidas. Estados Unidos, España, Venezuela, Ecua­dor, Canadá y Australia son los principales destinos de los colombianos, los cuales continúan aumentado las cifras dadas en el censo de 2005 en donde cerca de 3,3 millones de personas se registraban como emigrantes. Dentro de las migraciones, continua presentándose el fenómeno de la "fuga de cerebros", dado que dentro de los migrantes internacionales hay un componente significativo con formación profesio­nal universitaria, por los cuales el país invirtió recursos.

La vivienda y el estado conyugal

Según el último censo, se registran 10.390.207 viviendas, con un 94% de ellas ocupa­das. De estas, en un 94% reside una familia, mientras que en más de 8 mil viviendas colombianas residen más de 6 hogares por unidad residencial. Otro indicador de importancia alude a que el 69,3% de los hogares se componen de cuatro personas o más. Asimismo el censo refleja nuevas tipologías de familias, distintas al hogar tradicional conformado por padres e hijos, con madres o padres cabeza de hogar, unión de padres divorciados con hijos compartidos de familias anteriores, entre otros. Frente al estado conyugal, el censo registró 33.063.610 personas, de las cuales 7.441.487 viven en unión libre, 1.611.213 personas son divorciadas, mientras que 1.353.304 son viudos. Existe en el país una población de 14.526.111 solteros frente a 7.436.201 casados. Un panorama muy distinto a la presentada en décadas anteriores en donde predominaban las parejas casadas.

El nivel educativo

En términos de educación, Colombia sigue presentado graves problemas. Aunque el nivel de alfabetización, relacionado con aprender a leer y escribir, ha aumentado en buena parte del país, no se ha logrado eliminar por completo el analfabetismo. Por otra parte, a pesar de algunas mejoras en cuanto a calidad y cobertura, se presentan serios inconvenientes relacionados con reducciones en la financiación de la educa­ción estatal, incremento de los índices de deserción escolar y universitaria, cierre de establecimientos educativos, entre otros. Cerca de 39 millones de habitantes en edad escolar, 10% no tuvo ningún tipo de educación formal; un 5% realizó prees­colar completo; un 13% culminó la primaria, mientras que un 5% terminó estudios de bachillerato completos; de estos, solo un bajo número ingresa a estudiar carreras técnicas o profesionales.

Según datos del Ministerio de Educación Nacional, durante el 2008, más de 11 mi­llones de estudiantes asistieron a la educación básica primaria, secundaria y media, lo cual significa una cobertura superior al 89%. Pero, a estas cifras, se contrapone un alto índice de deserción escolar superior al 52%, principalmente en las áreas rurales. En educación superior, se matricularon 1.444.544 alumnos; esto quiere de­cir que incrementó la cobertura del 20,6% en 2002 a 33,3% en 2008. El crecimiento más importante se presentó en los niveles técnico y tecnológico. Sin embargo, la tasa de deserción universitaria fue del 48%, lo que indica que de cada 100 estudiantes matriculados, solo 52 logran terminar sus estudios universitarios en los plazos esti­pulados. Sobre este tema, el Estado colombiano tiene la responsabilidad enorme de seguir haciendo esfuerzos por mejorar el acceso y la calidad de la educación, atacando principalmente el problema de la deserción escolar y universitaria.

La población colombiana y su distribución étnica

El censo realizado al inicio del siglo XXI, registró parte de la diversidad étnica presente en el país. Existen 1.392.623 indígenas representando el 3,4% del total de la población. La población indígena se localiza en las diferentes regiones del país, en especial, en la selva amazónica, las sabanas de la Orinoquia, en los valles interandinos, las montañas andi­nas y en la región del Caribe, en las planicies y en la Sierra Nevada de Santa Marta. Por otra parte, se encuentra una población de 4.273.722 personas que se consideran afrocolombianas, negras o mulatos, las cua­les representan un 10% de la población del país. Además contamos con las comunidades raizales de San Andrés y Providencia con 30.565 per­sonas y las comunidades de palenqueros, departamento de Bolívar con 7.470 individuos. Por último, encontramos la comunidad gitana o rom, población principalmente urbana, distribuida en kumpanias, que son unidades variables de corresidencia que se asientan en los barrios. Ellos representan el 1% de la población colombiana.

Condiciones de vida en Colombia

El concepto de calidad de vida es un término multidimensional que sig­nifica tener un alto grado de bienestar y la satisfacción de las necesidades básicas individuales y colectivas, con los recursos disponibles en un es­pacio geográfico determinado. En Colombia, la información básica para medir las condiciones de vida y los indicadores de pobreza y desigual­dad, se obtiene a través de la Encuesta de calidad de vida, realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. La última encuesta, realizada en el 2008, indica que el nivel de vida de los colombianos mejoró con respecto a los cinco años anteriores. Algunos de los resultados más relevantes fueron:

Para el 2008, el 86% de la población colombiana está cubierta por el Sistema General de Seguridad Social en Salud.

La tasa de analfabetismo de las personas mayores de 15 años a nivel nacional alcanzó el 6,9%.

Para los jóvenes de 12 a 15 años, la asistencia escolar presentó un incremento en el total nacional, pasando de 86,4% a 90,6%.

El 44,9% de los hogares viven en condición de propietarios de la vi­vienda que habitan.

El reconocimiento como pobre es la expresión de pobreza subjetiva y en el orden nacional, muestra una importante reducción. Mientras en el 2003 se consideraba pobre el 67% de los hogares, en 2008, el porcentaje se redujo a 48,3%.

Otro indicador importante es el índice de condiciones de vida, ICV, el cual es un indicador continuo que va de 0 a 100, donde 0 refleja las peores condiciones de vida y 100 las mejores condiciones de vida. Un aumento del ICV indica una disminución en la pobreza. En general el país tiene un ICV de 77 puntos sobre 100. A nivel regional, Chocó es el departamento con el nivel más bajo de ICV, 62 sobre 100; mientras Bogotá tiene el ICV más alto, 89 sobre 100.

Demografía y sostenibilidad

A medida que la población humana aumenta, demanda mayor cantidad de recursos para su sostenimiento, lo que implica una mayor cantidad de materiales extraídos o transformados de la naturaleza para proveer las necesidades humanas. Entre estos tenemos: el suministro de agua, aire puro, suelos fértiles, energías fósiles. De la misma manera, con el auge demográfico, nuevos desechos son arrojados al planeta. En buena parte del mundo los ríos son los receptores de los desechos industriales y agropecuarios, la atmósfera se convierte en el destino final de gases nocivos como el CO2: este es el nuevo paisaje de las ciudades industriales.

Impactos del crecimiento demográfico

Cambios en la corteza terrestre la biosfera. Durante la historia de las sociedades primitivas, el ser humano lentamente comenzó su proceso de dominio en los ecosistemas en los cuales se encontra­ba. Las coberturas vegetales originales en algunas regiones fueron lentamente reemplazadas por los nuevos cultivos implantados, entre ellos, el higo, el trigo, la cebada y las legumbres en regiones como Asia Menor. El crecimiento de la población implicó entonces la expansión de la frontera agrícola desde las regiones costeras, las pla­nicies aluviales y los territorios andinos con los cuales millares de hectáreas de flora y fauna desaparecieron.

Reducción de los bosques. En la actualidad, la mitad de los bosques y selvas que una vez cubrieron el planeta, es decir, unos 29 millones de km2, han desaparecido, y con ellos se ha incrementado la reduc­ción de la biodiversidad de la Tierra: cerca del 78% de los bosques primarios han sido ya destruidos, por lo que desaparecieron múlti­ples especies que ni siquiera fueron descubiertas, más aún cuando se estima que cerca del 90% de la biodiversidad terrestre del planeta habita en las selvas.

Nuestro país no escapa a esta problemática, más del 56% de los cer­ca de 1.100 municipios colombianos presentan una transformación alarmante de sus ecosistemas, y conserva menos del 25% de la biota original.

La destrucción de los suelos. El uso intensivo y acumulativo del suelo, unido a la masiva utilización de agroquímicos, fertilizantes, plaguicidas y riegos constantes, produce a una pérdida paulatina de sus propiedades físicas y químicas lo que afecta directamente su pro­ductividad. En algunas regiones la tasa de productividad ha supera­do los procesos de renovación natural de los suelos, provocando que regiones fértiles se conviertan en territorios áridos casi irrecupera­bles; lo que propicia el aumento progresivo de la erosión o pérdida progresiva de los suelos, que actualmente, se estima a nivel mundial entre 5 y 7 millones de hectáreas cultivables al año. Esta afección a los suelos además ocasiona la inestabilidad de los mismos, de mane­ra que los movimientos en masa, como los derrumbes y los desliza­mientos, aumentan año tras año.

La contaminación de los cuerpos de agua. El agua, una de las principales fuentes de vida del planeta también se ha visto amenazada por la actividad humana. El agua dulce por ejemplo, proveniente del subsuelo en forma subterránea y, especialmente, la existente en la superficie terrestre a través de las cuencas hidrográficas forma cerca de un 70% de las cuencas hidrográficas del planeta y sostiene la totalidad de la población humana, así como el 90% de las especies animales y vegetales del planeta, sin embargo buena parte de estas se ven seriamente deterioradas. Acciones como el vertimiento de los desechos sobre las fuentes hídricas, los malos sistemas de riegos, el uso de fertilizantes y agroquímicos, entre otros, han provocado un cambio en la composición y el estado natural de los distintos cuerpos acuáticos. Esto ha llevado a que un recurso considerado renovable pase a convertirse en casi no renovable con problemáticas como la eutrofización y la colmatación de los cuerpos de agua.

La actividad humana y el clima

El cambio climático es producido por el masivo ingreso de gases nocivos para el ambiente generados en las actividades humanas tales como la industria. También lo genera la reducción de las selvas y los estilos de vida altamente consumistas.

El incremento del efecto invernadero. La atmósfera terrestre presenta una composición de diversos gases, junto al vapor de agua, partículas de polvo, humo y otros elementos que son retenidos por la fuerza de gravedad del planeta. Esta capa contribuye a mantener el planeta a temperaturas benignas para la vida. Sin embargo producto de la revolución agrícola, la exagerada ganaderización y praderización global, la industrialización, el consumo energético basado en combustibles fósiles, la pérdida de bosques, entre otros aspectos, han provocado que millares de partículas y gases, por ejemplo, el dióxido de carbono y el metano, ingresen a la atmósfera de manera acumulativa y que se presente una concentración de gases de efecto invernadero sin precedentes, capaz de producir un incremento del calentamiento global.

El calentamiento global en aumento. En los últimos 200 años, la temperatura promedio del planeta ha ido en aumento por el incremento de la concentración de gases de efecto invernadero. Se estima que durante el siglo XX la temperatura de la atmósfera se incrementó entre 0,4 y 0,8 °C, siendo la década de los noventa la más calurosa del siglo pasado. En algunas décadas, con tan solo un grado más en la temperatura, las consecuencias serían muy graves para el planeta, por ejemplo, buena parte de los terrenos de cultivos de los Estados Unidos se convertirían en suelos desérticos, se reducirían las regiones glaciares del planeta, aumentaría el nivel del mar provocando inundaciones en regiones costeras; múltiples ecosistemas se verían afectados, entre ellos, los polares. Si el incremento fuera para finales del siglo XXI de 6 °C, los efectos serían catastróficos: un efecto similar al ocurrido a finales del período geológico Pérmico cuando un 95% de la vida se extinguió.

Las lluvias ácidas, el smog y las islas de calor. Con el aumento de la urbanización, el uso de combustibles fósiles y el incremento del desarrollo industrial en detrimento de las franjas boscosas, el paisaje de las zonas urbanas presentan un nuevo panorama: franjas oscuras o esmog de contaminantes presentes en las capas de la atmósfera, las cuales contienen parte de los gases contaminantes emitidos desde las urbes. Estos gases pueden ser dióxido de carbono, dióxido de azufre —que luego se convierte en óxido de azufre— y nitrógeno, entre otros. Estos pueden descender nuevamente a través de las lluvias ácidas o precipitaciones de agua con gases contaminados, los cuales pueden contribuir a generar alteraciones de la composición del agua, suelos y la misma vida, así como provocar enfermedades en la piel y ojos de los humanos y contribuir a corroer las edificaciones y monumentos de las ciudades.

Estrategias para disminuir el deterioro ambiental

El grave deterioro ambiental que padece el planeta, los desequilibrios territoriales por los cuales algunas regiones ganan y muchas pierden, la inequitativa distribución de la riqueza, además del incremento de los desastres naturales, que afectan tanto lo político como lo económico, han contribuido a que el tema ambiental cobre enorme importancia.

La necesidad de articular lo local a lo global
Los problemas ambientales, que antes se creían aislados y locales, ahora se ven refle­jados a escala global. Tal es el caso del calentamiento global, el efecto invernadero, el incremento del nivel del mar, el adelgazamiento de la capa de ozono, entre otros; así mismo sucede con estilos de vida consumistas, que antes se creía que afectaba tan solo a una parte de la población y ahora se han vuelto planetarios. Estos procesos tienen una relación directa con los espacios locales dado que es allí donde se produce la contaminación o se demandan los recursos.

En este sentido existe una articulación entre la dimensión local y la dimensión glo­bal, por ello se alude a "pensar globalmente y a actuar localmente". Esto es para cam­biar las prácticas y la mentalidad que existen en torno a una naturaleza ilimitada, por una concepción de un desarrollo mucho más sostenible, que proteja la vida y busque la conservación de los ecosistemas, que ayude a forjar una cultura, una economía y política con un rostro más humano.

Conferencias de carácter global

Desde el siglo XX, con la participación de los líderes y países de todo el mundo, así como de cientos de Organizaciones no gubernamentales (ONG), se vienen realizan­do conferencias de carácter global en las cuales se han propuesto estrategias para disminuir el deterioro y mejorar la relación del ser humano con el planeta.

La conferencia de Naciones Unidas de 1971 "Crecimiento cero". El objetivo cen­tral de esta cumbre ambiental consistía en disminuir el crecimiento de la pobla­ción mundial y reducir el consumo de recursos naturales.

La cumbre de la Tierra en 1992. Reunida en Río de Janeiro, Brasil. Allí participa­ron 172 gobiernos y se produjo la Agenda 21, que definió medidas para fomentar un desarrollo económico que frenara el deterioro del medio ambiente.

Conferencia Internacional en Japón. Se celebró en 1997 y su mayor logró se dio con la instauración del Protocolo de Kioto, un acuerdo entre países que busca reducir en un 5,2% para el año 2012, los gases que provocan el efecto in­vernadero.

La Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, Suráfrica. Celebrada en el año 2002, contó con la participación de 180 gobiernos y cientos de ONG. En ella se acordó promover un modelo de desarrollo sostenible, que reduzca la pobreza y logre re­vertir la degradación del medio ambiente mundial.

Asimismo se han celebrado cada ario un sinnúmero de encuentros científicos y gu­bernamentales, que buscan frenar las distintas problemáticas ambientales. Entre ellos se destacan: La cumbre mundial sobre el calentamiento global, celebrada en Nai­robi en el 2006; varias convenciones como la Ramsar, en la protección de humedales, e innumerables encuentros para detener la contaminación del agua, el aire, frenar la deforestación intensiva y promover el sostenimiento de la biodiversidad.

Acciones locales y regionales

Dependiendo del nivel de desarrollo, los países, las empresas, ONG y diferentes co­munidades han ido construyendo estrategias que buscan disminuir los impactos am­bientales que generan las actividades productivas humanas. Además se han firmado compromisos en las conferencias internacionales para ir remplazando las tecnolo­gías obsoletas por aquellas que promuevan un desarrollo sostenible. Algunas de las estrategias que han venido desarrollándose a nivel local y regional se asocian con:
Aumentar la educación ambiental con ciudadanos comprometidos en mejorar su relación con el entorno, emprendiendo prácticas como el uso adecuado de los recursos disponibles, promover el reciclaje, la disminución en la emisión de dese­chos por habitante, el uso de transportes colectivos y sostenibles como la bicicleta; así como la participación local en la recuperación y restauración de ecosistemas deteriorados. Asimismo, se ha incrementado el trabajo científico en torno al tema ambiental, que incluye la formación académica de profesionales en este ámbito.

A nivel local y regional, incorporar la variable ambiental en diversas instituciones gubernamentales que buscan direccionar el ordenamiento y la gestión ambiental de los municipios.

El compromiso de varios gobiernos de desarrollar de fuentes alternativas de ener­gía que remplacen a los combustibles fósiles que resultan tan contaminantes para el planeta. En este sentido, se promueve el desarrollo de nuevas fuentes alternati­vas como la eólica, la geotérmica y la solar.

A nivel internacional, promover que los países desarrollados incentiven y trans­fieran tecnologías más limpias y sostenibles a aquellos países en vía de desarrollo, dado que en buena medida, es en los países pobres en donde se mantienen mu­chos ecosistemas que son estratégicos para la sostenibilidad del planeta como es el caso de la cuenca amazónica.

De la misma manera, es necesario trabajar por un orden mundial más justo, en donde los países en vía de desarrollo ganen escenarios de participación y promo­ción de un desarrollo acorde a sus culturas y territorios. Además es necesario cen­trar la atención en disminuir problemas sociales muy graves como la pobreza, el hambre, la malnutrición y la guerra que multiplican los conflictos en las naciones y dificultan la puesta en marcha de programas ambientales sostenibles.

El nuevo modelo de desarrollo sustentable debe partir, por ser incluyente, de to­dos los ciudadanos y ciudadanas, enmarcado en las condiciones biofísicas de los lugares, en su singularidad y en fomentar la diferencia de las comunidades, es decir, modelos acordes con el pensamiento y la diversidad cultural del planeta.

Los ecosistemas proveen innumerables servicios y bienes ambientales; además son una cuna ancestral de diversas comunidades, por ello si se prevé fomentar el ecoturismo, es necesario conocer la capacidad de carga de cada ecosistema, es decir, el nivel de población que pueden recibir sin provocar impactos negativos.

De la misma manera, cada actividad productiva deberá ceñirse a volver a incor­porar el funcionamiento natural del planeta, y para ello es fundamental revisar los criterios de productividad y masificación de la ganancia que pretenden los individuos en un sistema como el capitalista.

Localmente, es necesario revisar cuáles son las necesidades básicas y los recursos necesarios que requerimos los seres humanos para habitar en la Tierra. En este sentido es necesario reevaluar los niveles de consumo y la cantidad enorme de de­sechos y energía que demandamos. Un planeta más sostenible implica un modo de vida más humilde y comprometido con los demás seres que nos rodean.


Modelos de desarrollo

El modelo de desarrollo instaurado y consolidado históricamente en países como Estados Unidos y la Unión Europea, en donde se impone a partir de criterios como el progreso y niveles de calidad de vida para la población de dichos territorios, se ha convertido en la panacea para buena parte de las naciones del planeta.

El concepto de modelo de desarrollo comenzó a ser usado a mediados del siglo pasado, como medida propuesta por el gobierno norteamericano para sacar del subdesarrollo a las naciones que se hallaban en la periferia de las relaciones económicas y políticas del globo.
En este sentido, las naciones pobres deberían seguir el camino trazado que construyeron los países desarrollados, en los cuales fue fundamental el desarrollo industrial, el creciente aumento de las migraciones campo-ciudad, el impulso de la urbanización, la modernización de los medios de comunicación y transporte, la tecnificación del campo y, especialmente, la adopción de valores educativos y culturales con los cuales se fomentaría la mentalidad de progreso. Estos procesos, teóricamente fomentarían un mejoramiento de las condiciones de vida de la población, en el sentido de acceder a mejores servicios como salud, educación, vivienda, e incluso un aumento de las oportunidades laborales.

Guerra Fría y modelos de desarrollo

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las dos superpotencias triunfadoras, Estados Unidos y la URSS, se enfrentaron en la llamada Guerra Fría. Mientras Estados Unidos promulgaba el capitalismo y el liberalismo, la URSS defendía la propuesta de un modelo comunista. De esta forma se dio un enfrentamiento indirecto a través de la creación de acuerdos e instituciones que contribuían a controlar espacios estratégicos para aumentar sus áreas de influencia.

Acuerdos y programas claves de Estados Unidos

El Acuerdo de Bretton Woods, de 1944, estableció las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo. Producto de este acuerdo fueron el Banco Mundial, el Fondo Monetario Inter-nacional y el uso del dólar como moneda internacional. El Plan Marshall fue una estrategia económica de Estados Unidos para contribuir en la recuperación económica de los países europeos y de Japón, buscando así propiciar el fortalecimiento del capitalismo y aumentar la dependencia de estas naciones.

Acuerdos claves de la URSS

En contraposición a los programas estadounidenses, los rusos promovieron dos tratados claves en la configuración de su proyecto socialista sobre sus áreas de influencia. En primer lugar, estableció la Oficina Comunista de Información que reunía a los partidos comunistas para coordinar las políticas de los países socialistas que incluía a la Unión Soviética, Polonia, Hungría, Bulgaria, Yugoslavia, Albania y Checoslovaquia. Luego se creó el Consejo para la Asistencia Económica Mutua como organismo para el fomento de las relaciones comerciales entre los Estados miembros en torno a la Unión Soviética y como ayuda a. quienes salieron afectados en la guerra. Así mismo, se constituía en un contra-peso para el Plan Marsahll y su influencia en territorios euroasiáticos.

Organismos supranacionales económicos

Con la puesta en marcha de los planes económicos de las superpotencias, se crearon instituciones como el GATT o Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio, organismo multilateral conformado en 1947 entre 94 países cuyas actividades comercia­les correspondían al 80% del mercado mundial. Después de 1995, fue remplazado por la Organización Mundial de Comercio, OMC, quien junto al Banco Mundial y el FMI, orientan, establecen y regulan las relaciones comerciales y crediticias de buena parte de las naciones, mientras promueven el libre mercado y la globalización del comercio. A pesar de promulgarse el libre mercado, lo que la realidad presenta son mayores barreras comerciales y unas ganancias acumulativas para los sectores económicos pudientes que no se traducen en bienestar de las mayorías.

Organismos supranacionales políticos

La Organización de las Naciones Unidas, ONU. Creada en 1945, es una de las ma­yores organizaciones políticas del planeta ya que reúne a 192 gobiernos. Tiene como objetivos la cooperación en asuntos relacionados con el derecho, la paz y la seguridad internacional, además de promover el desarrollo económico y social de las naciones. Estados Unidos y Japón aportan cerca del 50% de su financiación y mantenimiento.

La Organización de los Estados Americanos, OEA. Fue creada en 1948 bajo el lema "América para los americanos". Reúne a 35 miembros del hemisferio occidental tanto del norte como del centro y el sur de América, además de algunas naciones del Caribe. La organización que fue creada con el fin de velar por el fortalecimiento del sistema democrático en el continente.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN. Nació a partir del Trata­do de Bruselas, en 1948, como iniciativa de Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Reino Unido para frenar la expansión soviética. En la actualidad mantiene su sede en Bruselas, y tiene 28 miembros activos, todos ellos europeos, a excepción de Estados Unidos que ha sido parte fundamental en esta poderosa organización militar.


El Pacto de Varsovia. Surgió como estrategia soviética para contrarrestar el poderío de la OTAN. Fue creado en 1955 por los países del Bloque del Este. Buscó fortalecer la implantación del sistema comunista frenando cualquier intento de entrada del sistema capitalista a estas naciones. Con el derrumbamiento del sistema socialista en la Unión Soviética este pacto se disolvió en 1991 y varios de sus antiguos miembros pasaron a formar parte de la OTAN.


El sistema mundo y los países en vías de desarrollo

Desde la Guerra Fría, los países que estaban en la periferia y querían mantener una posición neutral se asociaron para ampliar su poder de decisión. Veamos.

La Organización de los No Alineados

En la cumbre de Belgrado, en 1961, se pactó la unión de la mayor parte de países en vías de desarrollo, en lo que sobresalieron naciones del Medio Oriente y algunas asiáticas. Se organizaron como estrategia para no sucumbir ante la posible confron­tación militar e ideológica de las superpotencias del momento: Estados Unidos y la URSS. Su objetivo primordial consistió en mantener una posición neutral y no aliar­se con las potencias dominantes. Sin embargo, los procesos de carácter regional o la incursión directa e indirecta de las dos potencias, en ocasiones llevaron a que parte de sus países miembros tomarán posiciones en uno u otro bando. En los arios setenta su prioridad estuvo orientada hacia la preservación de la paz, la acción contra el colonialismo y el racismo, la búsqueda de la independencia económica y la búsqueda de mayor unión entre los países. En la década de los ochenta, varios de sus miembros entraron en confrontación especialmente algunos países del Medio Oriente. Con la caída del comunismo a comienzos de los noventa, comenzaron a reestructurar su posición frente a las nuevas dinámicas globales.

El Tercer Mundo

En la segunda mitad del siglo XX, se produjo la liquidación del sistema colonial lo cual dio lugar a numerosos Estados independientes tanto en África y Asia como en Oceanía. Luego, junto a las naciones latinoamericanas, dieron origen a los deno­minados países del Tercer Mundo, para diferenciarlos de las potencias capitalistas o Primer mundo y de los países comunistas o Segundo Mundo. Estos países tenían en común características como la alta dependencia económica y un alto grado de pobreza. A partir de los procesos de las últimas décadas se subdividieron en tres grandes grupos de naciones: los Países Exportadores de Petróleo, OPEP, con sede en Austria, que reúne a once naciones, seis de ellas del Medio Oriente, tres africanas, una asiática y una suramericana, Venezuela. También está el grupo de países en vías de desarrollo intermedio, algunos de ellos catalogados como países emergentes. Entre estos se encuentran algunas repúblicas soviéticas, Brasil, Suráfrica y algunos países del sureste asiático. Finalmente, se encuentran los países llamados subdesa­rrollados con alta población y mucha pobreza como países de Asia meridional y oriental, África subsahariana y algunos del Caribe como Haití.

Un modelo de desarrollo con resultados escasos

El modelo de desarrollo promovido por las entidades supranacionales como el G-8, el Banco Mundial y el FMI han dado precarios resultados en las naciones del Tercer Mundo. Muchas de estas naciones promovieron la urbanización, desarrollaron modelos industriales incipientes, se endeudaron y no han visto cambios en el progreso que anhelaban; por el contrario han aumentado las barreras comerciales para sus productos y han entrado en fuertes depresiones. En algunos casos, los conflictos armados y sociales se agudizaron e inclusive han florecido economías ilícitas.

Asuntos relevantes sobre el sistema mundo

En la actualidad se viven algunas situaciones que ocupan el interés de las entidades supranacionales y que vienen amenazando la relativa estabilidad regional y mundial. Veamos algunas de ellas.

La crisis mundial financiera

Hoy se vive una crisis financiera similar a la ocurrida en la Gran Depresión de 1929. La nueva crisis sacudió el mundo financiero, de manera especial, a finales de 2008, cuando se produjo el colapso del sector inmobiliario de los EE.UU., que ha llevado a una profunda iliquidez de la superpotencia con pérdidas que superan los billones de dólares y con efectos que abarcan el mundo entero. La situación es tan grave que prestigiosos bancos y multinacionales con alto capital han entrado en bancarrota. Los efectos a nivel mundial no se han dejado esperar; múltiples compañías y naciones se han visto afectadas llevando a elevar los índices de desempleo de manera alarmante. Las repercusiones en países como Colombia se han reflejado en el incremento del desempleo.

Por su parte el Banco Mundial indica que cerca de 53 millones de personas que estaban empleadas podrían quedar sumidas en la pobreza debido a la desaceleración del creci-miento económico en todo el planeta.

 Revoluciones tecnológicas en diversos campos

Cada segundo millares de datos y conocimientos nuevos se producen a escala planetaria, lo que ha provocado que la información se convierta en un nuevo y estratégico factor para el manejo exitoso de empresas y gobiernos. De la misma manera, la tecnología ha copado variados campos que abarcan el ciberespacio, los sistemas de telecomunicaciones, los modernos y novedosos armamentos que han provocado nuevamente un rearme militar como forma de dominio frente a otros. A través de la biotecnología, la misma vida humana, animal y vegetal ha sido intervenida por el capital; la clonación y la nanotecnología —campo de la ciencia que crea elementos extremadamente microscópicos— ganan fuerza en el mercado, trascendiendo las esferas del conocimiento y de la invención humana.

El terrorismo internacional

En el sistema mundo también se han multiplicado los conflictos armados que se localizan en distintos lugares del planeta. Por ejemplo, en el Medio Oriente la invasión de EE.UU. a Irak deja miles de muertos; en África se presentan numerosos conflictos en varios de sus países; Palestina e Israel, por su parte, continúan su viejo conflicto. No menos preocupante es la posible confrontación nuclear entre India y Pakistán... Sumado a lo anterior, han surgido fuerzas insurgentes de carácter internacional, como el grupo Al Qaeda, cuya estrategia de guerra ha vinculado individuos de distintas nacionalidades y Estados y ha afectado incluso puntos estratégicos del sistema mundo al atacar a las potencias dominantes en su propio territorio.

Asociaciones y acuerdos económicos en el sistema mundo

Dentro del sistema mundo, se ha venido estableciendo una serie de acuerdos económicos regionales que buscan que las naciones se agrupen, para fortalecer así su capacidad com­petitiva y para afrontar con mayor éxito los mercados globales. De este modo se busca asegurar un crecimiento económico sostenido de sus empresas. Veamos.

Las áreas de libre comercio. Son acuerdos de integración entre dos o más países que buscan eliminar barreras arancelarias y comerciales que afectan la circulación de bie­nes, mercancías y servicios. Estados Unidos, por ejemplo, promueve este tipo de ini­ciativas con naciones que le proveen recursos valiosos a cambio de ofrecer un mercado amplio. En este sentido ha promovido acuerdos con Chile, Panamá y Costa Rica.

La Unión aduanera. También corresponde a un acuerdo de áreas de libre comercio en donde se suprimen todos los impuestos de importación sobre los bienes del comer­cio mutuo de los Estados miembros. Estos grupos promueven una política comercial común hacia los Estados que no son miembros. Un ejemplo, de esta asociación es la Unión Aduanera de África Meridional, la cual es la más antigua del mundo. Prevé un arancel externo común y un impuesto común para esta zona aduanera. Estos recaudos se destinan al fondo de Ingresos Comunales de Suráfrica y, posteriormente, son com­partidos por los miembros.

El Mercado Común. Este acuerdo es una combinación de los dos anteriores. Los paí­ses miembros actúan como bloque, definen los mismos aranceles para sus competi­dores externos y la adopción de una política comercial común, establecen derechos de aduana para productos originarios en otras latitudes, pero otorgan libertad para promover la libre circulación de todos los factores de la producción. Un ejemplo típico es el Mercosur, establecido entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

La Unión Económica y Monetaria. Es un acuerdo de mercado común en donde se ar­monizan las políticas fiscales, monetarias y socioeconómicas en bloque. Se maneja una moneda única para todos los miembros. La Unión Europea es la organización más re­presentativa, con 27 estados; es de carácter supranacional e intergubernamental, dado su ordenamiento jurídico y la existencia de sus propias instituciones comunitarias.

Colombia frente al sistema mundo

En la actualidad, Colombia presenta un panorama complejo frente a las dinámi­cas que ocurren en el sistema mundo. La siguiente opinión es la de un reconocido analista y escritor colombiano, William Ospina, que encierra críticas pero a la vez plantea un desafío que invita a realizar cambios más radicales y positivos: "Ciento ochenta arios después de su independencia del Imperio español, la colombiana es una sociedad anterior a la Revolución francesa, anterior a la Ilustración y anterior a la reforma protestante. Bajo el ropaje de una república liberal es una sociedad colonizada, avergonzada de sí misma y vacilante en asumir el desafío de conocerse, de reconocerse, y de intentar instituciones que nazcan de su propia composición social".

Un país con diversidad

Nuestra nación ocupa una posición envidiable en el globo terráqueo. Está situada en la franja ecuatorial al norte de Suramérica, bañada por el mar Caribe y el océano Pacífico, lo que le permite contar con una posición estratégica tanto para impulsar su actividad comercial con el mundo entero, como para explotar los potenciales recursos que estos poseen para su sostenimiento.

Colombia presenta un territorio relativamente extenso; ocupa el puesto 26 en el ámbito mundial, con un 52% de tierras emergidas que incluye territorios insulares y un 48% de territorios marinos, los cuales no son aprovechados a cabalidad. De la misma manera, nuestro territorio biofísico presenta una amplia variedad ecosistémica dada la confluencia de relieves con fuertes contrastes que van desde las áreas glaciares hasta territorios marinos, marcados por una amplia variabilidad climática e hídrica, lo que ha permitido que en este espacio de la Tierra, la vida prolifere y seamos uno de los países más ricos en biodiversidad.
En términos socioculturales, la diversidad no se queda atrás. Entre los cerca de 44 millones de colombianos, hay alrededor de 80 etnias indígenas que representan el 3,4% de la población, además con un gran número de afrocolombianos, palenque-ros y raizales que constituyen el 26,8% del total de colombianos. Esto da lugar a una gran cantidad de saberes en torno al manejo de la naturaleza.

Dos siglos de dependencia económica

A pesar de haber logrado la independencia de la metrópoli española hace ya dos­cientos años, no se abandona una marcada dependencia de instituciones y orga­nismos internacionales. El saqueo de los metales preciosos durante la Colonia es reemplazado hoy por variadas materias primas como maderas, carbón, petróleo, entre otros.

En buena medida el país se ha mantenido históricamente bajo una economía agroexportadora sumida en una alta dependencia de naciones desarrolladas, lo que no permite adquirir las reales ganancias que estos recursos podrían generar. En este mismo sentido, la agricultura colombiana, fuente milenaria de abastecimiento, se ha sumido en una profunda crisis a partir de la apertura económica, promovi­da por el Banco Mundial, el FMI, y la OMC, desde los años 90, cuando se expuso la producción nacional a los mercados internacionales, lo que contribuyó a una baja en la competitividad de la agricultura, que ha llevado a la bancarrota a varios sectores, al aumento del desempleo rural y el incremento de las importaciones de alimentos.

Otros procesos que afectan a Colombia en el sistema mundo

El narcotráfico

Desde mediados de los años setenta, Colombia entró al ojo del huracán, al iniciarse en su territorio, la producción y comercialización de cultivos ilícitos como la marihuana, la coca y la amapola. La crisis agraria, como resultado de la escasa competitividad de nuestros productos a nivel internacional, aunada a la alta demanda y los precios elevados de estas drogas alucinógenas en los países del primer mundo aumentó la expansión del narcotráfico en diversas regiones del país. Esto conllevó la aparición de variadas y tenebrosas redes de narcotraficantes y el enriquecimiento de los grupos paramilitares y guerrilleros.

La estrategia asumida por EE.UU. para combatir la expansión de las drogas ha sido tratar de disminuir la producción en los países productores. Por este motivo en el año 1998 se instituyó el Plan Colombia como estrategia político militar para erradicarlas. En este año había 101 mil hectáreas sembradas, en el 2002 cuando empezó, eran 122 mil y, de acuerdo al informe del zar antidrogas estadounidense, en el 2007 los cultivos ilícitos alcanzaban las 167 mil hectáreas. Por su parte, miles de hectáreas han sido envenenadas por los fungicidas usados para erradicarlas y los carteles de narcotraficantes siguen proliferando.

El conflicto armado

Colombia padece un conflicto armado que lleva ya más de medio siglo: el cruento enfrentamiento entre unas de las guerrillas más viejas del continente, las Farc y el Eln, y fuerzas del Estado y grupos de paramilitares.

A pesar de la guerra abierta declarada por el gobierno, las guerrillas aún se mantienen. Por ejemplo, la política de Seguridad Democrática del presidente Uribe ha permitido recuperar territorios que por décadas fueron controlados por diversos actores armados, pero la paz que necesita el país aún se ve lejana.

Un mar de damnificados

Según el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, Colombia es uno de los países con mayor número de desplazados en el mundo, con más de tres millones. Muchos de ellos han tenido que huir de sus territorios para establecerse en ciudades o regiones en condiciones paupérrimas.

Una economía bajo la amenaza de la crisis mundial

En los últimos años, Colombia ha mantenido un crecimiento positivo de su economía, producto de la inversión extranjera, el desarrollo de multinacionales que han jalonado el crecimiento y han permeado casi todos los sectores económicos del país. Sin embargo, en la actualidad se vive una caída del crecimiento económico que repercute en la desaceleración económica, la pérdida de empleos y el incremento de la pobreza. Esta situación se agudiza por la creciente deuda externa adquirida con los organismos económicos internacionales.


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