miércoles, 5 de marzo de 2014

EL SISTEMA MUNDO Y EL ESTADO-NACIÓN COLOMBIANO

Aproximación al concepto del sistema mundo

El sistema mundo corresponde a una forma de organización y estructuración del planeta Tierra, a través de variadas conexiones e interacciones entre los distintos elementos que conforman el hábitat humano. Gracias a los avances de las telecomunicaciones y de los medios de transporte se ha consolidado la conexión entre lugares, personas, empresas y Estados distantes. De la misma forma, poderosos organismos, instituciones y actores político-económicos han consolidado una red que estructura y subordina, de manera piramidal, las regiones y los espacios locales de buena parte del planeta.

¿Qué tipo de actores e instituciones configuran el sistema mundo?

En la internacionalización del espacio geográfico participan diversos actores e instituciones los cuales pueden variar de acuerdo con su nivel de poder y capacidad de toma de decisiones. A nivel global sobresalen, en lo económico y lo político, las potencias mundiales, entre ellas, el G-8 o grupo de las naciones más industrializadas del planeta, además de instituciones de carácter global como la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, FMI. De la misma forma existen instituciones militares poderosas como la OTAN; humanitarias como la Cruz Roja y Amnistía Internacional, o de orden ecológico como la ONG Greenpeace.

Adicionalmente, podemos resaltar que en el sistema mundo las multinacionales y empresas trasnacionales juegan un papel muy importante, lo mismo que; determinadas metrópolis que poseen poderosos sistemas financieros, grandes centros de investigación, universidades de avanzada y líderes influyentes.

¿Qué tipo de conceptos y procesos involucra el sistema mundo?

Veamos algunos de ellos:

El Estado-nación. El concepto de Estado surge en Europa hacia el siglo XVI, y se difundió por todo el mundo como una forma de organización política que rebasaba el ya obsoleto sistema feudal-medieval. Cuando lo asociamos a la nación, se concibe como una forma de organización y administración de sociedades que comparten una historia común, una herencia espiritual y un territorio legitimado. De la misma manera, la soberanía y la autonomía eran principios básicos en la interrelación con los demás Estados. Sin embargo, en la configuración del sistema mundo actual, parte de estos principios se han ido desmoronando por efectos del neoliberalismo, especialmente en las naciones consideradas en vía de desarrollo.

El neoliberalismo. Puede ser considerado como una fase del desarrollo del capitalismo. En la actualidad, se constituye en la ideología dominante de interacción y estructuración de la sociedad mundial. Este sistema busca reducir en lo posible la intervención del Estado, fomentando el protagonismo de los agentes económicos que se convierten en reguladores de la economía y de las sociedades. Actualmente, promueve la privatización de las empresas del Estado; así como la regularización de la economía y la política por parte del mercado.

Antecedentes del sistema mundo actual

Unificaciones imperiales tempranas. Desde la Antigüedad, los seres humanos se constituyeron en la especie dominante, expandiéndose por todo el planeta y adaptando los ecosistemas de acuerdo con sus percepciones y modos de vida. Los imperios de la Antigüedad, en especial el chino, el egipcio, el persa, el griego y el romano, alcanzaron vastos dominios que incluyeron la implantación de normas sobre las culturas dominadas, nuevos sistemas de gobierno y la imposición de rutas comerciales. Con estos sistemas se intentó homogeneizar los territorios y habitantes conquistados para mantener, por varios siglos, las tierras bajo su control y dominio. A este tipo de estructura se le conoce como unipolar, dado que se impone la supremacía de un pueblo sobre vastas comunidades y territorios.

El desarrollo de la navegación y la articulación de culturas distantes. Con los grandes avances de la navegación hacia el siglo XV, comenzó una etapa de contacto entre culturas distanciadas milenariamente. Durante los siglos XVI y XVIII se produjo un proceso de colonización que modificó sustancialmente los territorios y culturas americanas, africanas y oceánicas. Europa conquistó un sinnúmero de territorios e impuso, bajo el proceso de la colonización, su visión para conocer, usar y transformar el mundo. Para nuestro caso, la conquista y colonización española significaron la imposición de una religión, una lengua, unas formas de gobierno, unos sistemas productivos, unas normas y una nueva mentalidad que acabó, en buena medida, con la cultura aborigen. De la misma forma, los territorios conquistados constituyeron la despensa de materias primas para España.

La Revolución industrial y los imperios coloniales. La invención de la industria en Inglaterra, hacia finales del siglo XVIII, y su difusión durante el siglo XIX y parte del XX, generó unas nuevas relaciones entre los imperios y sus regiones de influencia. Tanto el contexto rural como el urbano se organizaron en función de la actividad de extracción mineral, de producción de materias primas o de su manufacturación: esto impulsó la edificación de redes ferroviarias, la instauración de compañías mineras y financieras.

Descolonización, Guerra Fría y mundo bipolar. Con los procesos de descolonización, hasta bien entrado el siglo XX, varias colonias y protectorados europeos en Asia y África alcanzaron su independencia tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, sus gobiernos y comunidades quedaron fuertemente comprometidos con los lineamientos de desarrollo promovidos por las potencias dominantes y con los poderosos organismos internacionales que se fomentaron, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial, durante el período conocido como Guerra Fría, surgió un nuevo ordenamiento político-económico que enfrentó las dos ideologías dominantes: por un lado Estados Unidos con el capitalismo como sistema de mercado y, por el otro, el socialismo, bajo el direccionamiento de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, cuyo eje estaba centrado en una economía planificada por el Estado.

Las disciplinas del sistema mundo

Diversas disciplinas aportan en la actualidad elementos a la comprensión de las rea­lidades del sistema mundo.

La geografía política. Uno de sus aportes es la información sobre el origen, la di­fusión y la propagación territorial de las civilizaciones. En este sentido, son temas de interés el poder, el dominio, el control, los actores sociales y los movimientos e interacciones generadas.

La ciencia política. Esta disciplina centra su atención en el estudio tanto de la teoría como de la práctica de las políticas, el análisis de los sistemas y los compor­tamientos políticos entre las sociedades y el Estado.

La economía política. Hace énfasis en el análisis interdisciplinario de las instituciones y los entornos políticos que influyen y direccionan el desarrollo de los mercados. También se resalta la economía política internacional y las relaciones exteriores, que centran su análisis en las dinámicas internacionales derivadas de las interacciones del comercio, las finanzas internacionales, las relaciones entre Estados-organismos de poder, conflictos, entres otros.

La antropología política. Se encarga de estudiar los gobiernos y la forma como se estructuran en ellos las comunidades.

La multipolaridad

En la actualidad se afianza un sistema mundial con centros de poder que contri­buyen a aumentar la transformación de los espacios nacionales y locales que se vinculan rápidamente a las economías internacionales, muy ligados a la acelera­ción de todas las formas de circulación, difusión e intercambio de información, mercancías, servicios y flujos de personas.
En este nuevo mundo multipolar sobresalen los centros de poder como la Unión Europea, Estados Unidos, la Federación Rusa, China, las pujantes economías de los Tigres asiáticos, además de Japón, Australia y las economías emergentes como Tur­quía, Suráfrica, Brasil, Arabia Saudita e India.

De esta forma, se consolida la articulación de los lugares entre sí, afianzando las rela­ciones de mercado e intercambio, eliminando barreras y fortaleciendo las múltiples alianzas en bloques económicos que aumentan su poder tanto en decisiones como en fuerza de mercado. Todo ello contribuye a un aumento de la homogeneización de las pautas culturales y de consumo en sociedades y territorios muy distantes y diferentes.

Los nuevos roles del Estado

Con el fin de la Guerra Fría se superó la división ideológica del mundo en bloques antagónicos; incluso se comenzó a hablar del término de las ideologías, ya que el mundo parecía completamente dominado por el modelo capitalista. El proceso que concluyó con el derrumbe de los socialismos reales, estuvo acompañado por el auge y la consolidación del neoliberalismo.

El Estado que en décadas anteriores buscaba el bienestar de sus asociados, hoy en día se interesa más por asegurar la estabilidad de la inversión extranjera, garanti­zar el respeto de la propiedad privada y de las ganancias, establecer condiciones adecuadas para la acumulación e incremento del capital, la capacitación de mano de obra, estabilizar y garantizar aumentos salariales mínimos, entre otros. Este tipo de acciones responden a los dictámenes de organismos supranacionales como el Banco Mundial y el FMI.

Globalización y sistema mundo

Comparado con el resto de la historia de la humanidad, en las últimas décadas del siglo XX, la tecnología se ha transformado con una increíble rapidez, revolucionando la vida cotidiana de las personas. La tecnología ha dejado de considerarse un lujo, pasando a formar parte de las necesi­dades de gobiernos, organizaciones y personas. El desarrollo tecnológico ha revolucionado el mundo de las comunicaciones, permitiendo la transmisión instantánea de imágenes, sonidos e información; la inmediatez de las comunicaciones nos pone en contacto con las realidades de dife­rentes partes del mundo. Ha aumentado la interconexión, al punto que es posible establecer vínculos virtuales entre grupos e individuos que, pese a las distancias "reales" o geográficas, logran conocerse e interactuar. La tecnología y la interconectividad son claves para comprender las carac­terísticas del mundo en el que vivimos: un mundo globalizado.

La globalización se entiende como un proceso en el que se multiplican e intensifican las relaciones mundiales, al generarse redes interdependien­tes entre países, economías sociedades y organizaciones, cuyas activida­des pueden funcionar simultáneamente en diferentes lugares del planeta, apoyadas por el desarrollo de las tecnologías de la información.

El mundo globalizado ha sido caracterizado como una aldea global, alu­diendo a que el desarrollo de las comunicaciones convierte a la Tierra en un pequeño pueblo, donde la información se transmite con facilidad entre un "barrio" y otro del planeta. En la actualidad, muchas perso­nas están excluidas del mundo interconectado y de sus beneficios. En este contexto, han surgido grupos organizados que protestan contra los efectos negativos de esta interconexión, poniendo de manifiesto que el mundo globalizado es complejo y lleno de contradicciones.

La globalización de la cultura

Los descubrimientos e innovaciones nacidos de la revolución tecnoló­gica no se quedaron encerrados en los laboratorios de las universidades o empresas; por el contrario, se difundieron masivamente, y revolucio­naron la vida de las personas. Hoy en día, por ejemplo, nos resultaría muy difícil desarrollar nuestra rutina diaria sin una serie de electrodo­mésticos que facilitan tareas cotidianas como lavar ropa, limpiar la casa o preparar los alimentos; de igual forma, utilizamos la tecnología para entretenernos, informarnos y comunicarnos.

En la actualidad, los bienes tecnológicos constituyen artículos de con­sumo masivo, especialmente de un segmento de la población que se preocupa por obtener las últimas novedades tecnológicas. A través de impresionantes campañas publicitarias, las empresas productoras han conseguido instalar a sus productos como símbolo de distinción y el paradigma del ser humano moderno y exitoso.

La publicidad también ha contribuido en la masificación de determina­dos patrones de comportamiento y de gusto. Es innegable que hoy nues­tros gustos son cada vez más parecidos a los de personas de otros países del mundo. Este fenómeno constituye uno de los rasgos que caracteriza a la cultura global de masas propia del mundo actual.

La globalización económica

Si bien muchas características del actual sistema económico pueden remontarse incluso al siglo XVI, con la expansión del capitalismo y la mundialización de los intercambios comerciales, solo a partir de la década de 1980 se puede hablar con propiedad de una economía global. La economía se globaliza gracias al desarrollo de las tecno­logías de la información y de las comunicaciones, que permitieron consolidar un notable grado de interconexión entre los mercados de producción y consumo a nivel nacional.

La aplicación informática a la actividad financiera permite realizar transacciones en las bolsas de comercio, retirar dinero en un cajero automático, comprar y vender diferentes artículos a través de Internet, gracias al desarrollo de una gran cantidad de empresas que se dedican al comercio virtual. Las empresas y los Estados pueden intercambiar productos e insumos productivos a lo largo y ancho del planeta, día y noche y en forma instantánea, intensificando los flujos económicos a un nivel nunca antes visto.

En la fabricación de muchos de los productos que utilizamos cotidia­namente han intervenido personas, dinero, materias primas y tecnolo­gías procedentes de muchos lugares de mundo. Los electrodomésticos que utilizas y muchos de los alimentos que consumes dan cuenta del nivel de desarrollo de una economía globalizada, cuyos efectos no solo transforman la producción y el intercambio de bienes, sino también el modo de vida de muchas personas en todo el mundo.

Características de la economía global

La creciente liberación de los mercados financieros, .el menor costo de los medios de transporte y la integración de diferentes países en bloques económicos, facilitaron el aumento de los flujos económicos a una escala planetaria, permitiendo el libre movimiento de capitales, bienes, servicios y personas, entre las regiones de mundo.

Mundialización de la producción

Muchas de las grandes empresas del mundo que tienen sus raíces re­partidas por todo el planeta son multinacionales. Teniendo en cuen­ta que la producción, al igual que el comercio, se ha hecho global, las empresas han mantenido sus sedes en sus países de origen y los centros productivos están diseminados por todo el mundo. Uno de los fenómenos que más ha caracterizado a la globalización ha sido la deslocalización industrial, es decir, el traslado de las fábricas e industrias desde los países ricos hasta los países en vías de desarrollo, con el objeto de minimizar costos de producción.

Interconexión de la economía

El mundo de la economía global se articula como un sistema-mun­do, en el que una decisión tomada por un gobierno, una empresa o una institución financiera puede provocar reacciones en el resto del mundo.

Predominio de la economía financiera

La economía global, además de ser mundial, es un fenómeno que, gracias a la interconectividad tecnológica, tiene la capacidad de funcionar en tiempo real. Esto va en beneficio, especialmente, de los sistemas financieros que movilizan diariamente miles de millones de dólares. La mayoría de transacciones financieras corresponden a operaciones especulativas en las cuales las grandes instituciones financieras obtienen beneficios mediante la compra y venta de monedas, bonos, fondos de inversión u otros productos financieros. Los principales actores de la globalización financiera son las bolsas de valores, los bancos centrales y los organismos financieros de los países más desarrollados.

Crecimiento del comercio internacional

Entre el año 2001 y el 2007 la tasa de crecimiento en el comercio tuvo un in­cremento progresivo y constante hasta llegar al 6%. Sin embargo, para el 2008 la expansión fue tan sólo de un 2% y se prevé una desaceleración de cerca del 10% para el año 2009.

El auge comercial vivido hasta el ario 2007 se debió al aumento en el co­mercio de bienes "intensivos de conocimiento", es decir, aquellos en cuya fabricación es necesario grandes procesos de investigación y desarrollo. Se trata de los bienes de las industrias farmacéutica, aeronáutica, informática y mediática. Desde el 2008 el comercio mundial ha presentado desaceleración debido a la crisis económica generalizada como consecuencia de especula­ción financiera.

El poder de las multinacionales

El desarrollo de la economía globalizada ha favorecido la consolidación de un grupo fundamental ele actores del sistema-mundo: las empresas multi­nacionales. Estas sociedades industriales, comerciales o financieras, que es­tán presentes a través de sus filiales en distintos países del mundo, movilizan enormes cantidades de bienes, servicios y capital, controlando así una parte significativa del comercio internacional, por lo que llegan a generar más re­cursos que muchos de los Estados donde instalan sus plantas de producción.
Las multinacionales modernas surgieron con las inversiones de Estados Unidos en Europa en los arios cincuenta y sesenta. Este fenómeno se hizo mundial cuando se sumaron a él las empresas europeas y japonesas. En la ac­tualidad, en países emergentes como China, Brasil, India y México también han surgido distintas multinacionales.

Inicialmente se utilizaban tres formas de organización para estructurar esta concentración empresarial:

El trust que reunía empresas de un mismo sector controladas por una o dos grandes firmas para monopolizar la explotación de un producto y re­gular su precio.

El cártel que reunía a empresas independientes, pero que se asociaban para llegar a acuerdos comunes sobre abastecimientos, procesos y precios, y así evitar la competencia entre ellas.

El holding que era una sociedad financiera o bancaria que controlaba la mayoría de las acciones de diversas empresas industriales y comerciales.

Las jerarquías del sistema mundo

El sistema mundo presenta una jerarquización del poder representados por variadas organizaciones. Veamos algunas de sus características.

Orden superior-global. En la cúspide del poder se encuentra Estados Unidos, que controla la mayor parte de compañías multinacionales.

En este mismo nivel, se encuentran el grupo G-8 formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Italia, Francia, Reino Unido y la Federación Rusa.

A mismo nivel, ha ingresado también China, cuarto PIB del mundo y se encuentran además, instituciones como el Banco Mundial y el FMI.

Orden meso regional. Como organismos supranacionales se destacan instituciones como la Organización de las Naciones Unidas, ONU. Económicamente podemos mencionar bloques regionales como la Unión Europea, el NAFTA —tratado comercial entre EE.UU., Canadá y México— y la poderosa asociación de naciones del sureste asiático, ASEAN, impulsada por los tigres asiáticos, que incluyen Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia. También pertenecen a este nivel la OCDE. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por 30 países denominada “el club de los ricos” al cual pertenecen naciones heterogéneas étnica y económicamente.  En este grupo, vale resaltar naciones que han emergido como centros de poder regionales: Brasil, México, India, Suráfrica, Corea del Sur e Indonesia.

Del mismo modo podemos incluir los llamados "jugadores globales" como inversores institucionales y entidades multinacionales que ven duplicar su riqueza en pocos arios, y se constituyen en individuos de alto poder. Un ejemplo es el hombre más rico por undécima vez de los Estados Unidos, Bill Gates, cofundador de la empresa informática Microsoft.

Dentro de las organizaciones civiles de importancia mundial, se destacan la Cruz Roja Internacional o prestigiosas ONG de ayuda y protección de los derechos Hu­manos como Human Right, Amnistía Internacional y la Corte Penal Internacional. En el aspecto ambiental se destacan Greenpeace que busca promover la protección del medio ambiente y la paz.

Orden inferior: nación-provincia-departamento y municipio. En el ámbito nacional y local, el poder varía dependiendo de la capacidad económica, política y militar de los gobernantes. En Suramérica, por ejemplo, Venezuela cuenta con una de las economías más fuertes, gracias a su alto potencial en hidrocarburos. De la misma manera al interior de los países se generan grandes desigualdades entre regiones ya que unas concentran mayor cantidad de recursos y población, al igual que gobernantes que poseen los mayores recursos para el desarrollo regio­nal. Esto mismo se aplica en el ámbito de los municipios, las cabeceras urbanas, las veredas e inclusive los barrios en donde diferentes actores sociales ejercen distintos grados de influencia.

11 comentarios:

  1. Lo felicito respetado docente, por la excelente sinopsis de los distintos temas que trae su Blog.

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  3. ES LO MISMO DE UN LIBRO LLAMADO HIPERTEXTO 10

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  4. Cuales son las fases y tipos del sistema mundo ?

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  5. Interesante material bibliográfico. A partir de él elaboré una unidad didáctica que les ayudó a mis estudiantes a comprender un poco el concepto.

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  6. Y si, es tomado de Hipertexto Santillana 10'

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  7. Por favor.presentar algo completo???

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  8. Faltó la temática de Colombia dentro del sistema mundo, que es lo que estoy buscando

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  9. Alguien tiene esos textos resumidos? Por fa

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